Como apuntaban las predicciones, el pasado Viernes de Dolores estuvo pasado por agua. Con lluvias intermitentes que duraron hasta más allá las siete de la tarde, los cortejos de Pino Montano, Bendición y Esperanza, La Misión, Paz y Misericordia, La Corona y Pasión y Muerte decidieron suspender su estación de penitencia y no arriesgar a exponer a sus imágenes a la lluvia. Sin embargo, la luz renació en Bellavista, que tras prorrogar su salida una hora decidían salir a la calle. Fue la única hermandad que vimos el pasado Viernes de Dolores en la calle.
La primera en suspender su salida fue la joven Agrupación Parroquial Paz y Misericordia del barrio de Rochelambert, que no se arriesgó a sacar al Stabat Mater configurado por las figuras del crucificado de la Paz, obra del profesor Juan Manuel Miñarro en 1995 y la Virgen de la Misericordia, realizada por Álvarez Duarte en el año 2000, en su primera estación de penitencia el Viernes de Dolores.
Poco después y tras pedir una prórroga de casi más de una hora, la hermandad de Pino Montano suspendía del mismo modo la estación de penitencia. La primera cofradía que debería haber puesto la cruz de guía en la calle a eso de las 17:45 decía que no a pesar de las predicciones de mejoría a partir de las siete de la tarde.
En la misma situación se encontró la Agrupación Parroquial Bendición y Esperanza del Polígono Sur, que atrasó su decisión hasta las siete, aunque finalmente decidieron no salir. El cortejo debería haberse puesto a las 18:00 en la calle, pero el tiempo no permitió a los vecinos del Polígono Sur disfrutar un año más del misterio del encuentro entre el Señor de la Bendición y la Virgen de la Esperanza.
Estas decisiones determinaron el futuro de la hermandad de Heliópolis, que positiva ante la posible mejoría en el tiempo a partir de las 19:00 horas, decidió esperar hasta entonces para tomar una decisión. El Señor estrenaba una nueva cruz y el paso de misterio estaba dotado con una nueva parihuela. Todo estaba a punto en la parroquia del Claret, incluso había dejado de llover, pero el cielo gris encapotado no se iba y las tres corporaciones anteriores decidieron no arriesgarse. Por lo tanto, a las 19:20 de la tarde, una hora más tarde de la prevista salida, la hermandad de La Misión comunicaba a sus hermanos la suspensión de la estación de penitencia.
La Hermandad del Dulce Nombre de Bellavista, que debería haber salido a las 19:00, pidió una prórroga de una media hora y así comunicar su decisión. Todo apuntaba a lo peor, ninguna hermandad había salido, y aunque la incesante lluvia parecía haber amainado, las esperanzas brillaban por su ausencia. Sin embargo, y ante todo pronóstico, un rayo de luz iluminó el barrio de Bellavista cuando la junta de gobierno decidía salir a la calle aunque una hora más tarde de lo previsto.
La hermandad puso su cruz de guía en la calle y toda Sevilla se volcó en el barrio para ver salir a los titulares del barrio que ganó el pulso al mal tiempo este Viernes de Dolores. Aunque tuvo que recortar camino, recogiéndose a la medianoche, cuando de nuevo la probabilidad de lluvia aumentaba.
Redención y Santa Ana pusieron banda sonora a un Viernes de Dolores que se quedó en Bellavista, pues lo que se esperaba que fuese un efecto rebote en las dos cofradías de ruán de la jornada, Pasión y Muerte en Triana y La Corona en la Catedral, se quedó en una ilusión ya que a pesar de su flexibilidad para acortar camino, la numerosa cantidad de lugares para refugiarse en caso de lluvia, y el hecho de que sus horarios de salida no interferían notablemente en el pronóstico de lluvias, ninguna de las dos se arriesgó a salir, como hiciesen el resto de cofradías de la jornada.
Fue un Viernes de Dolores pasado por agua que parecía iba a estropear el comienzo de nuestra semana grande. A pesar de ello, Bellavista consiguió salvarlo, llenando de alegría e ilusión el comienzo de la semana más importante de todos los que nos consideramos cofrades.
La Virgen del Dulce Nombre, instantes después de su salida | La Voz de Cádiz |
La primera en suspender su salida fue la joven Agrupación Parroquial Paz y Misericordia del barrio de Rochelambert, que no se arriesgó a sacar al Stabat Mater configurado por las figuras del crucificado de la Paz, obra del profesor Juan Manuel Miñarro en 1995 y la Virgen de la Misericordia, realizada por Álvarez Duarte en el año 2000, en su primera estación de penitencia el Viernes de Dolores.
Los titulares de la Agrupación Paz y Misericordia se quedaron sin su primera estación de penitencia | MundoCofrade.es |
Poco después y tras pedir una prórroga de casi más de una hora, la hermandad de Pino Montano suspendía del mismo modo la estación de penitencia. La primera cofradía que debería haber puesto la cruz de guía en la calle a eso de las 17:45 decía que no a pesar de las predicciones de mejoría a partir de las siete de la tarde.
En la misma situación se encontró la Agrupación Parroquial Bendición y Esperanza del Polígono Sur, que atrasó su decisión hasta las siete, aunque finalmente decidieron no salir. El cortejo debería haberse puesto a las 18:00 en la calle, pero el tiempo no permitió a los vecinos del Polígono Sur disfrutar un año más del misterio del encuentro entre el Señor de la Bendición y la Virgen de la Esperanza.
Estas decisiones determinaron el futuro de la hermandad de Heliópolis, que positiva ante la posible mejoría en el tiempo a partir de las 19:00 horas, decidió esperar hasta entonces para tomar una decisión. El Señor estrenaba una nueva cruz y el paso de misterio estaba dotado con una nueva parihuela. Todo estaba a punto en la parroquia del Claret, incluso había dejado de llover, pero el cielo gris encapotado no se iba y las tres corporaciones anteriores decidieron no arriesgarse. Por lo tanto, a las 19:20 de la tarde, una hora más tarde de la prevista salida, la hermandad de La Misión comunicaba a sus hermanos la suspensión de la estación de penitencia.
Los titulares de la Misión esperaban a un nuevo Viernes de Dolores |
La Hermandad del Dulce Nombre de Bellavista, que debería haber salido a las 19:00, pidió una prórroga de una media hora y así comunicar su decisión. Todo apuntaba a lo peor, ninguna hermandad había salido, y aunque la incesante lluvia parecía haber amainado, las esperanzas brillaban por su ausencia. Sin embargo, y ante todo pronóstico, un rayo de luz iluminó el barrio de Bellavista cuando la junta de gobierno decidía salir a la calle aunque una hora más tarde de lo previsto.
La hermandad puso su cruz de guía en la calle y toda Sevilla se volcó en el barrio para ver salir a los titulares del barrio que ganó el pulso al mal tiempo este Viernes de Dolores. Aunque tuvo que recortar camino, recogiéndose a la medianoche, cuando de nuevo la probabilidad de lluvia aumentaba.
Salida del Señor de la Salud de Bellavista | La Voz de Cádiz |
Redención y Santa Ana pusieron banda sonora a un Viernes de Dolores que se quedó en Bellavista, pues lo que se esperaba que fuese un efecto rebote en las dos cofradías de ruán de la jornada, Pasión y Muerte en Triana y La Corona en la Catedral, se quedó en una ilusión ya que a pesar de su flexibilidad para acortar camino, la numerosa cantidad de lugares para refugiarse en caso de lluvia, y el hecho de que sus horarios de salida no interferían notablemente en el pronóstico de lluvias, ninguna de las dos se arriesgó a salir, como hiciesen el resto de cofradías de la jornada.
Fue un Viernes de Dolores pasado por agua que parecía iba a estropear el comienzo de nuestra semana grande. A pesar de ello, Bellavista consiguió salvarlo, llenando de alegría e ilusión el comienzo de la semana más importante de todos los que nos consideramos cofrades.
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