Paz

Aunque parezca mentira, ayer se cumplió un año desde que en la Catedral se vivió un momento único para los vecinos del Porvenir y en general, de toda Sevilla. la Virgen de la Paz era coronada canónicamente.

Momento en el que el Arzobispo imponía la corona a la Virgen de la Paz | Juan Martín Rguez.


Fue en torno a las 12 de la mañana, durante la homilía del Arzobispo, Juan José Asenjo, en la misa que se celebró por su coronación. Aquel día Sevilla vivía tras 6 años, la alegría de una Virgen Coronada, la devoción de un barrio y las lágrimas de los más fieles. Sevilla se engalanaba para vivir un Domingo de Ramos en Octubre, que sabía a Paz, Azahar y Victoria; Victoria de una Coronación de una de las más queridas señoras sevillanas, con ya, desde ese momento, Corona de Reina.

Altar por el I Aniversario de la Coronación de la Virgen de la Paz | Pasión en Sevilla


Ayer. Ayer se cumplía un año de este histórico acontecimiento cofradiero en Sevilla. Sin embargo, alegría y el gozo de los hermanos de la corporación del Porvenir quedaba apagada. El altar de la Parroquia de San Sebastián, presidido por la dolorosa de Illanes, quedaba oculto entre las sombras de los acontecimientos ocurridos en Cataluña. Sucesos en los que sin duda alguna, y posiblemente contrarios a la opinión de muchos, faltó lo que los sevillanos habían coronado Reina hacía un año. Faltó la Paz. La actuación tanto del Gobierno central como del de Cataluña fue bastante poco acertada, llegándose a producir altercados en los que tanto ciudadanos catalanes partidarios del Sí y Policías Guardias Civiles y Nacionales salieron heridos. No busquemos culpables en ellos, que son quienes sufrieron las heridas, sino arriba, desde donde la Paz se puede buscar.

¿Dónde estaba la Paz? ¿Dónde ha quedado el diálogo y la convivencia que se esperaba de un país europeo? ¿Dónde está la moral cristiana? ¿Dónde, por Dios, dónde estaba? ¿Dónde estaba la Paz en este país? Pues escondida. Escondida, sí. Escondida por todos los que en lugar de acordarse de ese gran 1 de Octubre prefirieron acordarse de este fatal 1 de Octubre. Paz. Paz y sólo Paz. Porque la Paz vive en cada uno de nuestros corazones. Porque la Paz es María y María nuestra madre. Porque la Paz es el camino directo al mundo de los cielos y la Paz, aunque escondida, estuvo presente este día. Sí, allí estaba. Estaba reinando el el Porvenir, y nadie volvió la vista hacia allí, para recordar, que la Paz vive en Sevilla y tiene el nombre de María

La Virgen de la Paz el pasado Domingo de Ramos | Juan Martín Rguez.


Juan Martín Rodríguez

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