La imagen del Señor de las Tres Caídas fue retirada del culto ayer día 23 de abril de 2017 para ser restaurada por Pedro Manzano en su taller, donde estará los próximos meses.
Así lo aprobó el cabildo general extraordinario celebrado por la hermandad de la Esperanza de Triana el pasado 15 de febrero en el que se discutió sobre el estado de conservación de la imagen. Finalmente la decisión tomada fue encargarle al restaurador Pedro Manzano Beltrán (que ya ha restaurado recientemente imágenes como la Virgen del Rosario de Montesión, la imagen de San Juan Evangelista de la hermandad del Gran Poder o los titulares de la hermandad de La Hinesta), la restauración de su titular, el Santísimo Cristo de las Tres Caídas.
El Señor permanecerá en el taller de Manzano entre 5 y 6 meses para acometer tareas de principalmente policromado, ya que como se dijo tras el cabildo, la imagen se encuentra en buen estado estructural.
No es la primera vez que la imagen se somete a las labores de restauración, ya que el pasado siglo fue intervenido severamente en varias ocasiones. Destacan la realizada a manos de Manuel Gutiérrez Reyes-Cano en 1904, que le talló la cabellera, retirándole la natural que poseía; y la de Álvarez Duarte de 1982, la más severa, ya que le talló el mechón tan característico del nazareno y le ejecutó el actual cuerpo.
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Así lo aprobó el cabildo general extraordinario celebrado por la hermandad de la Esperanza de Triana el pasado 15 de febrero en el que se discutió sobre el estado de conservación de la imagen. Finalmente la decisión tomada fue encargarle al restaurador Pedro Manzano Beltrán (que ya ha restaurado recientemente imágenes como la Virgen del Rosario de Montesión, la imagen de San Juan Evangelista de la hermandad del Gran Poder o los titulares de la hermandad de La Hinesta), la restauración de su titular, el Santísimo Cristo de las Tres Caídas.
El Señor permanecerá en el taller de Manzano entre 5 y 6 meses para acometer tareas de principalmente policromado, ya que como se dijo tras el cabildo, la imagen se encuentra en buen estado estructural.
No es la primera vez que la imagen se somete a las labores de restauración, ya que el pasado siglo fue intervenido severamente en varias ocasiones. Destacan la realizada a manos de Manuel Gutiérrez Reyes-Cano en 1904, que le talló la cabellera, retirándole la natural que poseía; y la de Álvarez Duarte de 1982, la más severa, ya que le talló el mechón tan característico del nazareno y le ejecutó el actual cuerpo.
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